sábado, 2 de julio de 2011

Autocompadecimiento parte 5

Mientras camino a casa, ya es de noche y veo más gente linda y yo como ya me siento feo, ya me siento juzgado y sé que nadie va a tomar mi mano hasta llegar a casa y luego acompañarme en un tacto infinito hasta mi propia cama tan calentita y tan poco hecha para hacer el amor, no le veo problema a escupir el garzo que me viene molestando hace rato en medio de la calle. Y finalmente llego a casa y ya está, ya no hay más posibilidad de que nadie me acompañe, o eso es lo que creo (Oh ¿veo a caso un resplandor de optimismo?) Y ahí siento el golpe de soledad que me viene encima como me viene encima el ascensor que me va a llevar arriba para estar en mi soledad enjaulada pero al menos poder escribir un poco para descargarme. Y bueno, finalmente estoy arriba y veo por el balcón a otro balcón con gente festejando y boludeando mientras yo estoy acá, un gordo pelotudo y con piyama. Mentira no tengo piyama y ni siquiera me saque los malditos borcegos para poder seguir sufriendo y acordarme todo o que venia pensando en la calle. Pero sí estoy en plan piyama ya que no creo que vaya a hacer mucho mas esta noche más que auto compadecerme…. Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

de esos escasos momentos de felicidad