lunes, 30 de agosto de 2010

Ser vago esta bien. Lo que esta mal es que al serlo te mueras de hambre y pobreza.


Tantos años peleamos para llegar a ser libres. Para no trabajar a cambio de nada, de quedarse con las manos vacías. Para poder hacer el bien por mera satisfacción . Para ser dueños de nosotros mismos. Para no ser esclavos.
Y finalmente aquí estamos, trabajando, ya dejamos de pelear porque ahora nuestro dueño y empleador, quien es un ente sin mas faz que unos cuantos rostros muertos de antiguos presidentes inmortalizados en papel, se nos entrega completamente (parcialmente) a fin de mes, de semana o al final del día después de una ardua jornada de trabajo para satisfacernos con pantallas hipnóticas con imágenes y colores que nos empujan a comprar otras idioteces como ropas caras y metalcitos que nos incrustamos en la piel, nuestra única piel, lastimándola e impurificándola para que otros idiotas nos crean lindos o nosotros nos sintamos lindos cuando estamos frente a otros idiotas. O para comprar comidas que muchos de los mas sometidos vomitaran también para sentirse más lindos y aceptados (siempre y cuando no descubran su secreto). Deliciosas comidas (o no tanto) que otro más tuvo que cocinar, recolectar, extraer o asesinar descaradamente para no tener que verle la cara a nuestra propia madre naturaleza, la única que nos amamanta hasta el día que ella misma nos arropa y nos besa antes de que cerremos los ojos y descansemos en nuestro lecho eterno.
Y dejamos de pelear porque un nuevo (y falso) padre castrador nos ordena la vida, nos somete a su perfecta e injusta organización para premiar supuestamente a quien más castiga al propio cuerpo para entregar de este las tajadas que le sacan a cambio de que Él nos de un poco de su cuerpo sin valor para poder ser más tontos e insensibles y no llorar por lo poco humanos que nos volvimos.
Si total el fin de semana vamos a ir a una fiesta (pagada por Él) que nos consolará cuando veamos que todo el mundo es más idiota que uno (si es que lo vemos).
Oh este padre es tan generoso...